Hoy fue ese día que no quieres que pase, pero de cierto modo pues tenía que pasar.
Hace unos días mi ex pareja me pidió tiempo para poder hablar conmigo insistió en que fuera solo nosotros y que sería largo, obvio me imaginé que querría hablar sobre nosotros y desde ese momento empecé a pensar cuál sería mi respuesta. Serán casi 2 años que nos separamos y desde que terminé esa relación he trabajado lo necesario para sanar mis heridas, corregir mis errores y hacerme responsable, me ha costado mucho porque en esa relación me perdí y me ha costado mucho ubicar qué pedazos son aún yo y cuáles ya no.
Pues al fracasar los intentos de tener un tiempo para hablar me escribió una carta, he de decir que me entristeció leer que me pidiera que lo perdonara por todo lo que hizo que en su momento no entendió y ahora lo entiende, me dice otras cosas y me pide considerar una oportunidad y escribirlo aquí hace que llore porque esto me hubiera encantado que pasara hace años, la decisión está tomada y no hay vuelta atrás.
Lloro porque en cada hora de terapia me fui dando cuenta lo mucho que me esmeré por ser alguien que no era para estar bien, porque si tan solo fuera posible que todo se me devolviera con una disculpa no habría nada más que hacer, pero no es así las cosas no se borran cuando te han hecho un hoyo en tu corazón y lloro porque me sigue doliendo y porque he cargado con culpas que nunca me pertenecieron.
Es difícil decir no y saber que va a doler y eso también me roba paz, pero ya lo pensé de meses y la respuesta sigue siendo la misma.
Gracias, pero no. Me duele aún mucho mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario