Una Historia

Éramos dos personas distintas con muchas ganas de amar, nos conocimos una noche y nos encontramos en otra, me viste desnuda y te sentí así junto a mi, era el inicio de una historia que en ese momento no llegué a pensar que tendría fin.
Desde el inicio el control sobre nosotros escapaba de la cordura de la vida, siempre queríamos más y entre peleas que carecen de sentido, celos y reproches fuimos salvando el amor. Un amor que creció y se volvió más; éramos felices probablemente así fue, pero nunca lo sentí así por lo menos no al principio y es triste pensar que fue una etapa triste para mí; lloré o si lloré, extrañé ese amor de forma sentimental y física, pero todo continuó. La vida la salvábamos en los pequeños momentos que reíamos, hacíamos el amor, compatiamos, éramos felices a nuestra propia manera.
Luego fuimos más y empecé a preguntarme por qué no podía ser más, yo quería ser más pero no lo lograba, probablemente ahora lo entienda como una advertencia del camino que llevaba, empezaba a quedarme sola contigo y empezaba a notar que no me mirabas y no le puse atención; esta sería la fuente de mi desmotivación disfrazada de rebeldía, mi peor error fue no verme cuando tú no me veías, tal vez en ese tiempo aún hubiera podido salvar los momentos que teníamos y aún éramos.
No fue así, nos despedazábamos en cada pelea y aún hay palabras que resuenan en nuestros recuerdos, seguí llorando y no lo notabas. En mi mente tú eras mi destino, cuantas veces que nos hubiéramos podido conocer y había sucedido de la manera menos probable, eras para mí, aún sonrío.
Recuerdo que esa mañana desperté había llorado antes de dormir y me sentía fatal era momento de decidir y decidí quedarme, eras para mí no lo olvides, en ese momento dejé de ser yo y empecé a ser alguien que sigo sin conocer quien fue y creo que esa fue la razón por la cual no pude completar todas las ideas que tenía en mi, siempre había una excusa, frustración crecía día a día, sin notarlo te lastimé y me lastimaste, pero quería tanto que funcionara que nunca dije que no, si me molestaba no lo decía al menos que ya estuviera consumida y lograbas verme, pero era solo para terminar de asfixiarme.
Sé que tampoco fui lo mejor, siempre lo intenté y al final la incertidumbre de no saber por qué no funcionaba ayudó a separarme de ti. Tal vez siempre quisimos vivir lo mismo y sentirlo distinto, siempre me imaginé cuidándote y tú consintiéndome, al final el cansancio de tanto buscar un lugar donde poner todos los momentos terminé de comprender que ahí debía terminar, explicarte más no puedo, olvidarte tampoco, mas perdonarnos si.

Esto es una memoria de 8 años contigo y sin ti.